Unasur, el Foro de Sao Paulo y los amigos de las Farc hacen parte de un proyecto geopolítico y geoestratégico totalitarista
Procesos electorales como el de Mockus para la alcald'ia de Bogotá, el de un ciego en Cali, y los de varios sacerdotes como burgomaestres en diferentes ciudades del país demostraron que los partidos políticos tradicionales venían en picada debido a que llegaron al máximo nivel de incompetencia para gobernar una sociedad con otras visiones y expectativas políticas, ansiosa por demás, de sacar del camino a los gamonales y a quienes durante varios lustros se creyeron dueños de Colombia.
Así surgieron terceras fuerzas políticas con abrumadores resultados. Por esa razón la mayoría de colombianos eligió, reeligió y quiere volver a reelegir a Uribe; desnaturalizó al partido conservador y dejó al partido liberal en manos de la politiquería, el clientelismo y las componendas del estilo López Michelsen, en las que son expertos César Gaviria, Ernesto Samper, Vargas Lleras, Pardo Rueda, etc.
Pero esa realidad no es local. Es regional. Las victorias electorales de los comunistas en Venezuela, Ecuador, Nicaragua, Salvador, Honduras, Bolivia , Brasil, Chile, Paraguay, Argentina y Brasil, reflejan el cansancio de esos pueblos frente a la ineptitud acumulada, de quienes no fueron capaces de mejorar el rumbo de la historia local y hemisférica, con base en las bondades de la democracia capitalista. En últimas, resultó peor el remedio que la enfermedad.
Por otra parte, tras la caída del muro de Berlín, ni los Estados Unidos, ni las dirigencias políticas latinoamericanas, comprendieron que la reiterativa reticencia castrista acerca de la vigencia del comunismo, no se limitaba a una amenaza retórica sino a un plan concertado por el Foro de Sao Paulo, las Farc y el gobierno venezolano de Hugo Chávez.
La mal llamada revolución bolivariana chavista que iguala al Libertador con terroristas como Fidel Castro, Chávez Correa, o Tirofijo, es un proyecto enfocado hacia el continente, como parte integral del programa estratégico comunista, para esclavizar toda América Latina de la misma forma que la dictadura cubana ha depredado a su propio pueblo.
En ese orden de ideas, la revolución bolivariana de Chávez no puede ser vista como el embeleco de un lenguaraz. Detrás de la fogosa indecencia de Chávez está la mano oscura del dictador cubano Fidel Castro, quien lo maneja como una marioneta, le dice que debe hacer, como se debe comportar, cuando debe agredir, cuando debe fingir entusiasmo, etc. De remate, Correa, Evo, Ortega y la Kirchner son marionetas de Chávez.
Y detrás de esa figuración mediática hay un proyecto completo, que pretende la extensión del castro-chavismo a toda Latinoamérica. Hasta en New York, aparecen a menudo los miembros del Polo Democrático, distribuyendo pasquines y propaganda descalificadota contra Colombia y favorable a la imagen política de las Farc. Todo eso financiado por el consulado venezolano ubicado en la gran urbe.
En esa tónica la guerra de organizaciones no gubernamentales contra la institucionalidad colombiana es apenas un componente de la llamada guerra política integral, practicada por la doctrina marxista-leninista para socavar el piso del Estado contra el que combaten.
El. Alba, el Foro de Sao Paulo y Unasur son Ong´s afines al plan estratégico del comunismo internacional, urdido en Cuba, financiado en Venezuela, augeado por los gobiernos de Nicaragua, Ecuador, Venezuela y cohonestado por los mandatarios de Chile, Paraguay y Uruguay.
De contera, de vieja data es sabido que dentro de su proyecto geoestratégico y geopolítico, Brasil como coloso suramericano busca salida al Pacífico y tiene unas hipótesis para tal fin, pero que por desgracia el gobierno brasileño, cayó en manos de Lula Da Silva, un amigo de las Farc, que quiere utilizar la misma idea geopolítica, pero a favor de los intereses de la dictadura cubana sobre el continente, con la vista gorda de las Fuerzas Militares y los industriales brasileños, que hasta la fecha han respaldado a quien a ciencia cierta, les socava el piso.
Todo esto indica que hay en curso un giro geopolítico en el hemisferio. El socialismo del siglo XXI pretende quitar la preponderancia de USA en la región y proyectar al Brasil dominado por el marxismo como el polo de desarrollo económico, político e industrial de la región, a partir de un capitalismo de estado copiado del modelo chino, que conserva vivo el gobierno con ideas marxistas pero con ejecutorias capitalistas de mercado estatal y explotación inhumana de la mano de obra.
Las anteriores realidades implican:
1. Las patrañas y pataletas guerreristas de Chávez, con constantes amenazas de guerra contra Colombia, con cualquier disculpa, solo pretenden legitimar y defender a sus socios de las Farc, incluidos en el Plan de Guerra Guaicapuro como un puntal estratégico definitivo en la consolidación regional del comunismo.
2. No hay ninguna buena voluntad mediadora de Lula Da Silva, ni ningún deseo genuino de su parte para que haya paz en Colombia. El y Fidel Castro son los cerebros de la conspiración contra Colombia y el continente. Para todos los comunistas, la única paz valedera es cuando ellos gobiernen. Lo contrario es lucha de clases y guerra del proletariado contra la oligarquía.
3. El bosque no deja ver los árboles. Por desinformación o por estulticia, muchos despistados siguen sin entender la cruda realidad del siniestro proyecto que tejen los complotados contra Colombia, que en esencia están complotados contra la libertad de las naciones latinoamericanas.
4. Chávez y sus amigos, desean desatar una guerra regional que tenga implicaciones intercontinentales, tendientes a destruir al odiado "imperio norteamericano", potenciar a los musulmanes, revivir el anquilosado comunismo y concretar un nuevo orden mundial, que desde luego tiene adeptos en todas las vertientes anti-yankis del planeta.
En síntesis: hay un proceso geopolítico en ebullición. Y la libertad individual, por la que tanto lucharon los revolucionarios franceses, los libertadores hispanoamericanos, los creadores de la gran Unión Americana y los defensores de los derechos del hombre, hoy se encuentra en la mira de extremistas políticos comunistas, religiosos fundamentalistas y enemigos naturales de las garantías individuales del ser humano en cualquier sociedad frente al gobierno que lo rija.
Coronel Luis Alberto Villamarín Pulido
Analista de asuntos estratégicos
www.luisvillamarin.co.nr
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